Un día cerraré tras de mi la puerta de tu casa y me iré.

me iré con la esperanza de verte de nuevo, de volver a tenerte, de amarte y…

y lo demás que importa!

me bastará con eso; con volver a verte.

 

las semanas se me harán demasiado largas pero no me va a importar.

Podré dejar de hacer mil cosas por pensar en ti, pero no dejaré de pensarte; y cuando llegue el día me llamarás, me humillarás y me harás el favor de dejarte ver y yo correré a tus brazos, ¡Será maravilloso!; tu boca, tu vientre, tu risa, tu aliento…

 

Mientras estoy aquí esperando, tendido junto al teléfono, con los ojos cerrados, pensando en los momentos vividos contigo, en tus palabras hirientes; ‘’¿Con quienes mas te acuestas?”

En tus manos ciegas buscando mi pecho y mi sexo; “Deja de chingar, ni que fuera igual que tu”

 

Y sonreiré con amargura, abriré los ojos y recorreré con la mirada mi cuarto y me desvestiré pensando en ti, trataré de permanecer tranquilo aunque todo gire en derredor, veré girar mi cama, mis libros, mis recuerdos, la botella de tequila, la grabadora, los frascos de pastillas tus ojos…

 

Abriré en silencio cualquier frasco de pastillas y las tragaré con el tequila hasta perder el sentido intentando reconstruir tu sonrisa y entonces me tragaré mis lágrimas.

 

Seguiré esperando el momento de verte y cuando me haya  cansado la espera entonces si; saldré a la calle y bramaré tu nombre.